"Mi querido hijo,— Recibí tu grata con alegría; y quedo muy agradecido á la bondad que el pueblo te manifiesta. ¡Dios quira que seas tú el instrumento de bendición para sus almas! Tengo la confianza de que Dios estará contigo por lo que he sentido en mi interior. El Viernes por la mañana, después que nos separamos y mientras estaba ocupado en orar á Dios por tí, sentí á mi alma llena de tal manera de su amor que hee sido muy feliz desde aquel momento. Me he sometido, á la voluntad de Dios, que es grata á la verdad; de modo que no quiero que te inquietes por mí. Dios te llene de fe y de amor, y de celo por su iglesia y el bien de las almas! Todas las cosas te serán alegres, mientras Cristo te sea precioso. Acuérdate siempre que sin Él nada podemos hacer. ¡Que sea Él tu Profeta, Sacerdote y Rey! Cuida de predicarlo en todos sus oficios.
"¡Quiera Dios que puedas apacentar la Iglesia del Señor, la cual ganó por su sangre! Acuérdate que dice Cristo: "Apacienta mis corderos;" estos han de alimentarse con la leche espiritual. También dice "Apacienta mis ovejas;" aprémialas para alcanzar mayor fé y santidad. La obra del alma es muy importante; por esto, me compadezco de tí, y ruego á Dios de día en día y de hora en hora que te manifiesto su presencia, y haga que su palabra sea para tí espíritu y vida, y que penetre todo corazón y toda conciencia. ¡Quiera Dios que te compadezcas de los pecadores que se hallan al borde de la ruina, y que tengas el gusto de oírles pedir misericordia, y de dirigirles á las heridas del Salvador crucificado; y que esté presente Jesús para vendar las llagas de los quebrantados de corazón! Díles que Él es el remedio de toda herida, y que todo cuanto necesitan lo hallarán en Él. Sabes que el gran objeto de la predicación es salvar á las almas. Pero si no ves brotar inmediatamente la simiente, ten paciencia, la cosecha, vendrá. Ojalá te conceda la sabiduría y la gracia, que necesitas para tu obra! Ruega á Dios para que se profundicen sus raíces, que luego brotarán, á debido tiempo!
"Mr. Truscott comió conmigo el Domingo; te manda memorias, y desea que le escribas. Me dijo que te volvería á escribir. Por determinación de la junta de directores, Juan Richards se ha constituido director de tu clase. Tanto los predicadores como los demás hermanos ruegan mucho por tí. Dice el hermano Grose que experimenta gran placer siempre que ora por tí; te manda encarecidas memorias. La ortografía de esta es mala, pero espero en que podrás entender su sentido."
[Antes de proseguir con la historia, puede que no venga mal para el lector un extracto de su segunda carta. Ella muestra no sólo lo simpático de su índole, sino también cuan hábil era para instruir y socorrer á los que lo necesitaban.
"¡Quiera Dios que puedas apacentar la Iglesia del Señor, la cual ganó por su sangre! Acuérdate que dice Cristo: "Apacienta mis corderos;" estos han de alimentarse con la leche espiritual. También dice "Apacienta mis ovejas;" aprémialas para alcanzar mayor fé y santidad. La obra del alma es muy importante; por esto, me compadezco de tí, y ruego á Dios de día en día y de hora en hora que te manifiesto su presencia, y haga que su palabra sea para tí espíritu y vida, y que penetre todo corazón y toda conciencia. ¡Quiera Dios que te compadezcas de los pecadores que se hallan al borde de la ruina, y que tengas el gusto de oírles pedir misericordia, y de dirigirles á las heridas del Salvador crucificado; y que esté presente Jesús para vendar las llagas de los quebrantados de corazón! Díles que Él es el remedio de toda herida, y que todo cuanto necesitan lo hallarán en Él. Sabes que el gran objeto de la predicación es salvar á las almas. Pero si no ves brotar inmediatamente la simiente, ten paciencia, la cosecha, vendrá. Ojalá te conceda la sabiduría y la gracia, que necesitas para tu obra! Ruega á Dios para que se profundicen sus raíces, que luego brotarán, á debido tiempo!
"Mr. Truscott comió conmigo el Domingo; te manda memorias, y desea que le escribas. Me dijo que te volvería á escribir. Por determinación de la junta de directores, Juan Richards se ha constituido director de tu clase. Tanto los predicadores como los demás hermanos ruegan mucho por tí. Dice el hermano Grose que experimenta gran placer siempre que ora por tí; te manda encarecidas memorias. La ortografía de esta es mala, pero espero en que podrás entender su sentido."
[Antes de proseguir con la historia, puede que no venga mal para el lector un extracto de su segunda carta. Ella muestra no sólo lo simpático de su índole, sino también cuan hábil era para instruir y socorrer á los que lo necesitaban.